China está considerando la introducción de cuotas obligatorias para los fabricantes de automóviles que les exigiría producir más vehículos eléctricos o comprar créditos de carbono de sus compañeros del sector, en un intento de reforzar la lucha contra la emisión de gases de efecto invernadero y apoyar a las empresas en el desarrollo de lo que el gobierno considera una industria estratégica.
La medida propuesta obligará a los fabricantes de automóviles a producir o importar vehículos eléctricos en una proporción concreta sobre las ventas de coches, de acuerdo con un proyecto de documento preparado por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China.
Las empresas que no logren alcanzar los objetivos de reducción de las emisiones de CO2 se verán obligadas a comprar créditos o pagar multas de hasta cinco veces el precio medio de los créditos, dijo el regulador de la política industrial del país.
El gobierno de China viene anunciando desde hace tiempo las políticas para acelerar la venta de vehículos eléctricos, que el año pasado superaron a EEUU como mayor mercado de vehículos eléctricos. De acuerdo con Bloomberg New Energy Finance, las ventas de vehículos eléctricos en China en el primer trimestre de 2016 crecieron un 181%.
La nación más poblada del mundo quiere que las ventas de vehículos eléctricos superen los 3 millones de unidades en 2025. Para fomentar la producción y las ventas, los gobiernos central y locales han concedido US$ 2.300 millones en subsidios desde el año 2009. Sin embargo las autoridades chinas planean reducir los subsidios a los vehículos eléctricos en 2020, y esta iniciativa marca una transición orientada a catalizar las ventas de automóviles menos contaminantes.
18/Agosto/2016
José A. Roca
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