El desarrollo de la tecnología de impresión en 3D sigue su curso y paulatinamente los fabricantes se van acercando con la curiosidad industrial que se merece. Tal es el caso del grupo PSA Peugeot-Citroën, que acaban de cerrar un acuerdo con Divergent 3D, compañía emergente en este campo con sede en Los Angeles.
El objetivo de PSA es claro y conciso: mediante esta alianza buscarán desarrollar proyectos en común en los que la impresión de metal en 3D sea la parte protagonista del proceso, para en un futuro no tan lejano aplicarlo a la producción del fabricante y mejorar la eficiencia de la misma. Esto permitirá abaratar costes de forma significativa. Pretenden del mismo modo aplicar el proceso, no solo a la fabricación de piezas de automóvil, sino también a la producción de las estructuras de sus modelos.
El consejero delegado de PSA, Carlos Tavares, ve tres beneficios claros en la impresión en 3D: creación de estructuras más complejas, más flexibilidad en el desarrollo de los diseños y reducción del peso de los vehículos. Ganar más terreno en esta última asignatura en nuestros días beneficia a los fabricantes en cuestión de emisiones, y más aún a aquellos que apuestan por la movilidad eléctrica.
PSA se une así a Ford, que ya hace tres años se interesó por estas técnicas.
15/Setiembre/2016
Jaime Ramos Lucas
europe.autonews.com
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