El almacenamiento es uno de los principales escollos de la revolución del coche eléctrico y de la generación de electricidad a partir de fuentes renovables. Aunque la tecnología está muy avanzada, su alto coste paraliza el desarrollo masivo, pero un informe de Bloomberg New Energy Finance [BNEF] habla de un vuelco a esta situación: se trata de dar una segunda vida a las baterías que se utilizan para el vehículo eléctrico.
El estudio señala que es posible volverlas a utilizar para aplicaciones estacionarias de almacenamiento, y de ser así, el pronóstico es muy alentador: un inmenso potencial de reducción de costes para esta tecnología, hasta en un 95%.
En la actualidad no ha habido consenso sobre la mejor manera de eliminar o reenergizar las baterías usadas de los vehículos eléctricos. Sin embargo, Claire Curry, analista senior de BNEF, ha anunciado que hay estudios que sugieren cómo estas baterías pueden disfrutar de una “segunda vida” en sistemas fijos de almacenamiento y reducir los costes de forma exponencial en el proceso.
En 2025, según las previsiones del informe BNEF, habrá 29 GWh de baterías usadas que se quitarán de los coches eléctricos. Este número es muy superior al mercado de almacenamiento estacionario actual, por lo que la llegada masiva de baterías usadas servirá para bajar el coste de las que se utilizan para almacenar energía. Pero no todas esas baterías se volverán a reutilizar. Según el informe, de esta cifra de 29 GWh solo alrededor de un tercio, es decir 10 GWh, tendrá una segunda vida como batería de almacenamiento.
Pero, ¿y cuánto va a abaratarse el precio de las baterías? Según el informe, en el año 2018, los nuevos sistemas de almacenamiento podrían costar incluso US$ 1.000 / kWh, pero la reutilización de una batería de vehículo eléctrico de segunda mano podría suponer tan solo US$ 49 / kWh, es decir una rebaja del 95,1%. A este precio habría que añadir el coste de US$ 400 / kWh para poderla convertir en batería estacionaria, pero si el sector industrial estuviera interesado en esta opción, podría adquirir grandes cantidades de baterías usadas lo que abarataría ese coste.
El informe de Bloomberg no es el primero que habla de esta posibilidad. De hecho, ENDESA y SEAT están colaborando en el estudio de una posible segunda vida de la batería del coche eléctrico, denominado SUNBATT. La empresa señaló que los primeros estudios indican que las baterías de los coches eléctricos con diez años de vida apenas han perdido el 20% de su rendimiento, por lo que surge la posibilidad de dar un segundo uso a dicho componente fuera del vehículo con un 80% de su capacidad.
En esta línea de dar una segunda vida a las baterías destinándolas al almacenamiento de energía, también están Nissan y Mercedes Benz. La marca alemana confía en que una batería típica que ya no es de uso para un vehículo eléctrico podría tener al menos 10 años más de operatividad en los sistemas estacionarios.
Pero no todos tienen la misma opinión. Por ejemplo Tesla ha declarado que no va a seguir el modelo de reutilización de las baterías. ¿Habrá visto otras opciones?
El mercado del almacenamiento seguirá dando que hablar.
26/Agosto/2016
Laura Ojea
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