Esta semana se ha producido un hecho histórico, que ha quedado algo eclipsado ante las novedades tecnológicas que nos llegan desde la Feria de Electrónica de Consumo [CES] de Las Vegas o el Salón de Detroit [NAIAS]: Tesla Motors ha iniciado la producción de baterías en su fábrica de Reno, Nevada, más conocida como Gigafactoría Tesla.
Los acelerados planes de Tesla han provocado que el fabricante haya tardado relativamente poco en poner a funcionar esta planta de producción desde que hace algo más de dos años se decidiera que la localización exacta.
La producción que ha empezado es la de unidades de almacenamiento domésticas, es decir, las denominadas Powerwall, que han pasado a formar parte de la estrategia eléctrica de la compañía. Se espera que los pack de baterías del Tesla Model 3 comiencen a fabricarse a partir de marzo de este mismo año.
Las celdas de litio 2170, hijas de Panasonic y Tesla, serán las mismas. Tesla espera con este proyecto fundamental dentro de sus planes, además de abastecer una producción mayúscula de eléctricos, seguir avanzando en las mejoras de la química de los acumuladores y continuar haciendo descender el precio de las baterías.
En la actualidad trabajan 2.900 trabajadores en la fábrica de Tesla, y se espera que en 2018 esta cantidad aumente hasta los 6.500. Según las previsiones del fabricante, todo este esfuerzo industrial doblará la producción mundial de baterías en poco más de un año.
05/Enero/2017
Jaime Ramos Lucas
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